EL SOL Y SUS MITOS

MITOS DEL SOL

1. Solo hace falta que nos echemos protección solar una vez

Error garrafal. Es más, apostamos que seguro que no sabías que las siglas SPF y su factor se refieren al tiempo que nuestra piel está protegida. Es decir, cuanto mayor sea el SPF, más se retrasa el efecto del sol en nuestra piel.

2. Las morenas no nos quemamos nunca

Nada de eso, los rayos UVA y UVB penetran igualmente en una piel clara que en una más morena. Aunque una chica morena tarde más en quemarse, debido a la melanina, hay que aplicar crema solar para evitar daños.

3. Cuando el día está nublado, no hace falta echarse crema

Aunque pensemos que las nubes van a evitar que los rayos del sol nos quemen, a veces pueden incluso aumentar su efecto. Es decir, cuando el día es gris y húmedo, las gotas de agua en suspensión crean una reflexión de la luz y esta nos llega más intensa. En días nublados, no debemos olvidar la protección en casa ya que, aunque los rayos UVA queden bloqueados, los UVB no y son estos los verdaderos responsables de melanomas y quemaduras.

4. Da igual si me quemo porque se convertirá en bronceado más tarde

Otro error de manual. ¡Nada más lejos de la realidad! Las quemaduras afectan a las capas superficiales de la piel pero afecta a largo plazo a las células. Sin embargo, si nos echamos crema, aunque tardemos más en ponernos morenas, estaremos bronceándonos con seguridad y nuestra pigmentación permanecerá durante más tiempo.

5. Una vez nos hayamos bronceado, no hace falta protegernos más

Que nuestra piel esté ya bronceada no quiere decir que el sol no le vaya a afectar. Aunque no nos quememos, podemos prevenir la aparición de lunares, pecas y melanomas si nos aplicamos correctamente nuestra crema con protección SPF.

6. Tomar el sol es bueno para el acné

No. El sol no mejora tu acné. Quizás el aire y el sol hagan que tu piel sea menos grasa y tus granitos se sequen pero, en cuanto vuelvas a tu rutina, el acné volverá con ella. Evita que tu piel se reseque y evita también la aparición de granos con una crema de protección solar no comedogénica.

7. Tomar el sol es bueno para los huesos

El sol promueve la absorción y síntesis de la vitamina D, necesaria para nuestros huesos. Sin embargo, por mucho que nos digan que es bueno, una exposición prolongada al sol será perjudicial para nosotras.

8. En la sombra estoy protegida

Aunque estés bajo la sombrilla, sigues recibiendo radiación ultravioleta por lo que es vital que te eches crema con un factor alto.

9. A principios de verano uso protección alta y luego voy bajando

El factor SPF recomendable para exponernos al sol, ya sea en junio o en septiembre, es 30. Y tampoco debemos aplicarnos un factor alto en la cara y más bajo en el cuerpo ya que con eso solo conseguiremos que nuestros brazos, piernas y espalda sufran peor las consecuencias solares.

10. Tomar el sol afecta a mi estado de ánimo

En efecto, los rayos ultravioleta estimulan la producción de serotonina, endorfinas y testosterona. Una mayor concentración de estas hormonas mejorará nuestra actividad sexual, nuestro sueño y nos ayudará a relajarnos.